Bitácora de un carpetoedetánico curioso donde van a parar todos los conocimientos aparentemente inútiles.

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lunes, 29 de agosto de 2011

Liar los bártulos


"Bueno, yo lío mis bártulos y me voy" ¿Bártulos que bártulos?. ¿Por qué usamos esa frase? y ¿que narices son los bártulos?. Bártulos no es el nombre de ningún instrumento o herramienta, todo lo contrario es el nombre de un señor, Bártolo de Sassoferrato.

Liar+bartulos+Bartolo+Sassoferrato

¿Y que pasaba con este señor?, ¿ se lo llevaban de un sitio a otro cuando se iban?, casi. Pero empecemos con un poco de historia para centrar el tema. Bártolo (que no era el de la flauta con un agujero solo, ya que al ser esdrújula no rima con solo), fue un gran estudioso del Derecho del siglo XIV. Considerado por muchos como el mayor jurista de todos los tiempos se dedicó a estudiar el Corpus Iuris Civilis (el derecho romano vigente en la época) sobre todo interpretando sus normas y preveiendo las posibles dudas que pudiesen haber en su desarrollo. Toda su obra esta recogida en multitud de "cuestiones" y "comentarios" sobre este Corpus Iuris que actualizaban el derecho y facilitaban su aplicación en cada momento. Tan importante fue su obra que todos los juristas y estudiantes de la época se apoyaban en estas cuestiones y comentarios para defender sus tesis, y como eran un montón de papelotes y legajos se solían atar con cuerdas y se decían frases como: "Mira, ya llega Fulanito con todos sus Bártolos", "Mengano ya acabado la disquisición y esta liando sus Bártolos para irse". Como pasa casi siempre el tiempo fue transformando los Bártolos en simples y anónimos bártulos que son los que han llegado hasta nuestros días.

Dos últimos apuntes para comprender la importancia de Bártolo de Sassoferrato. Tras su muerte, con solo 44 años, se acuñó la frase nemo bonus iurista nisi bartolista, es decir "nadie es un buen jurista si no es bartolista". Y no sólo eso, en ordenamientos jurídicos de España y Portugal e incluso en el Brasil del XVII se introdujeron disposiciones que trataban los escritos de Bártolo como una fuente del derecho mas, resumiendo venían a decir: "en caso de duda se hace lo que diga el Bártolo ese tan listo".

Aquí os dejo mi intervención sobre esta entrada en el programa "Maneras de vivir" de "Radio Mislata". Para oírla solo tenéis que pulsar el botón de play.


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5 comentarios:

  1. Sirva esta estupenda entrada tuya, Miguel Ángel, para demostrar el desconocido origen de muchas de las expresiones que a diario utilizamos los hablantes; la riqueza que subyace bajo este dicho nos retrotrae al siglo XIV, al mundo del derecho y a una figura destacada que fue hasta consejero del rey. ¡Cuánta información interesante se oculta bajo aparentes expresiones cotidianas!
    Y he de felicitarte por esa soltura ya en el uso de "latinajos" ( en este caso, "nihil obstat", que viene a decir aquí, ninguna corrección por mi parte); mi más sincera enhorabuena.
    Como no me resisto a poner mi granito de arena romano, contaré que a mí me gusta usar una expresión extraida del latín de los historiadores en la narración de asuntos militares; cuando doy por finalizado algo para emprender algo nuevo, digo siempre " levantar el campamento", el "movere castra" de Julio César, cuando las tropas abandonaban un emplazamiento para ponerse en marcha.
    Y ahora sí, recojo los bártulos y digo "Mil saludos".

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  2. Gracias por el aporte tan interesante como siempre. Por cierto, yo tambien uso mucho la frase "levantar el campamento", seguramente por mis tiempos de acampadas y travesías, pero a partir de ahora quizás lo cambie por un "movere castra" que tiene mas enjundia. Un duda rápida ¿ese castra no debería ser en acusativo?

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  3. Efectivamente, Miguel Ángel, "castra" es la forma del acusativo plural neutro (la terminación en -a es la propia de los casos nominativo, vocativo y acusativo del plural de los sustantivos neutros pertenecientes a la 2ª declinación latina). El sustantivo "castrum, castri", en singular, significa castillo, fortaleza, plaza fuerte; en plural comúnmente significa el campamento, el lugar donde el ejército está acampado.
    Muy frecuentes son en Galicia los apellidos Castro y Castroverde, los topónimos como Castro Caldelas (OU) y Castro de Rei (LU), y dispersos por nuestra geografía aparecen multitud de "castros", poblados amurallados característicos de la "cultura castrexa" que se desarrolló en el noroeste peninsular entre finales de la Edad de Bronce hasta el s. I d. C. Erigidos con frecuencia en promontorios y lugares elevados que les aseguraban una posición estratégica, o penínsulas que se adentran en el mar para facilitarles la defensa y la visibilidad, protegidos por terraplenes, parapetos, fosos y hasta murallas, se caracterizan por la ausencia de organización urbanística; las casas (de planta redonda las anteriores a la ocupación romana, de planta cuadrada las romanas) se agrupan en pequeños barrios, y hasta se ha localizado alguna de mayores dimensiones que podría haber sido usada como lugar de reunión social.
    El paisaje gallego está tan salpicado de emplazamientos de castros, la mayoría aún sin excavar, que yo le doy en llamar "la tierra de los mil castros" (otra excusa más te doy Miguel Ángel, para visitar Galicia).
    Y mira para cuánto me ha dado tu duda; es que tengo mucho peligro para estas cosas.
    Disculpa hoy más que nunca mi extensión y, como siempre, mil saludos "castrexos".

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  4. Hola Miguel de nuevo una interesante entrada y estupenda como siempre profedegriego con su aportación. Besos para ambos

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  5. Gracias por la aclaración pedida ... y sobre todo por la no pedida. Dentro de poco no es que vaya a Galicia pero estaré muy cerca.
    Saludos agradecidos.

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