Bitácora de un carpetoedetánico curioso donde van a parar todos los conocimientos aparentemente inútiles.

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viernes, 9 de diciembre de 2011

La venta a plazos y las maquinas de coser


La entrada de hoy no tengo mas remedio que dedicársela a mis abuelos maternos. Por una parte, hablare sobre la venta a plazos, termino que en cuanto lo oían mis abuelos se ponían enfermos. "Si no tienes dinero para comprar algo pues ahorra y ya lo compararas", "¿Como vas a comprometerte a pagar algo a plazos si no has podido ahorrar antes esos plazos cada mes y pagarlo de golpe?". Estas frases eran muy habituales cuando se enteraban que mis padres habían comprado algo a plazos, si ademas tenemos en cuenta que la época de mis padres fue la de la verdadera eclosión de la venta a plazos en España, os podréis imaginar la de veces que oí la cantinela. Pero no es solo ese el motivo, ademas de lo dicho la otra estrella de este artículo es una maquina que fue su compañera inseparable durante muchos años y la que , junto con su esfuerzo, les permitió labrarse un porvenir a lo largo de su vida. Ni mas ni menos que la señorita Singer:

Mauina de coser + Singer + Venta a plazos

(Ya se que hay fotos mejores por la red, pero esta es la que mas me recuerda a la maquina de mis abuelos).

Pero lo que no sabían mis abuelos es que Isaac Merrit Singer no solo inventó la única maquina de coser que realmente era rentable, si no que fue el gran impulsor de la venta a plazos.

Durante el siglo XVIII varios inventores trabajaron en una maquina que permitiese coser a gran velocidad y con precisión. Singer no hizo mas que perfeccionar los inventos de Walter Hunt (que curiosamente mas tarde fue el inventor indiscutible del imperdible) y Elias Howe. Con este último tuvo una gran batalla legal que le llevó a hacerse con los servicios de Edward Clark, un conocido y avispado abogado. Pero Clark no solo se dedicó a los temas legales, si no que también vio que la gran oportunidad para hacer crecer el negocio era saltar de los grandes talleres de confección y meter las maquinas de coser en las casas, donde muchas mujeres se ganaban la vida con el hilo y la aguja. Pero el problema era el elevado precio de las maquinas, si nos centramos en el público objetivo que buscaba Clark los 125$ que valía una maquina podían suponer casi dos años de sueldo. Pero si que podían pagar una cuota de 3$ al mes. Y así nació la venta a plazos, o mejor dicho el leasing,  ya que Singer alquilaba sus maquinas hasta la última cuota que era la opción de compra y el usuario pasaba a ser dueño definitivo. Esto supuso un autentico boom en la venta de sus maquinas de coser y el despegue de I.M. Singer & Co. Despegue que vino en el momento justo, ya que perdió el pleito con Howe y tuvo que desembolsar una fuerte indemnización pero que en ese momento resulto insignificante para los abultados ingresos de la compañía.

Pero no fueron estos los únicos adelantos del tandem Singer-Clark en el tema comercial. También fueron precursores de la venta a domicilio, idearon un sistema que podríamos llamar de multipropiedad para sus maquinas, e incluso publicaron una revista llamada Singer Gazette que distribuían gratuitamente a sus vendedores con información sobre sus productos y trucos para una mejor utilización.

Espero que a mis abuelos allí donde estén les haya resultado interesante esta historia sobre su aliada y sobre sus fobias, como ya dije al principio ¡Va por vosotros!


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10 comentarios:

  1. Como molan esas máquinas, estéticamente muy bonitas. Mi abuela tenía una también que tenemos a bien conservar, son preciosas!

    En Utrecht había una tienda de ropa que estaba decorada con máquinas de coser, no sé si sigue en pie, tendré que mirar a ver.

    Muy buena comobo-entrada.

    Un saludo y enhorabuena por el blog, que creo que no había comentado nunca aunque te sigo casi desde el principio ;)

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  2. Muy buena la entrada hermano! Para hacer un comentario cinematográfico diré que el sonido de esa Singer es sin duda la banda sonora original de mi infancia... y de la tuya. Supongo que mientras escribes tu bitácora aún la escuchas allá a lo lejos.
    Angelita

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  3. Hermano, se me olvidad comentar que me parece muy romántico que tengan el mismo origen la máquina de coser y la venta a plazos. En la época sería un gran adelanto poder amortizar la máquina mientras trabajaban. Los plazos ayudaban a crecer y no como hemos visto que ha pasado después que han servido para esclavizar.
    Angelita

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  4. Basquetar, me alegro que te hayas decidido a comentar y te doy la bienvenida ( aunque sea con retraso). Efectivamente eran preciosas, la que teníamos tuvimos que deshacernos de ella, pero la donamos a un asilo llevado por monjitas donde estoy seguro que le estarán dando buen uso. La maquina de mis abuelos era tal cual una Singer normal pero mas del doble de grande. Espero que no tardes otras ochenta y tantas entradas en comentar;). Gracias por los elogios.

    Jolines hermana, ¡claro que la oía funcionar!. Y comenta algo que tenia previsto incorporar al texto pero se ve que se me paso. Al vender sus maquinas hacían referencia a que con el aumento de ingresos por utilizarla tenían mas que de sobra para pagar las cuotas.

    Muchas gracias a los dos por vuestros comentarios.

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  5. ¡Qué hermosísimo homenaje a tus abuelos, Miguel Ángel, y con ellos a todos los abuelos españoles de los que compartimos "cosecha", año arriba o abajo, con esta interesante entrada de hoy! Yo también conservo en mi retina y en mi oído esa vieja Singer que aún se conserva en mi casa materna y que llegó del otro lado del Atlántico después de unos años de emigración; era y es una coqueta máquina con mueble de madera para guardarla como oro en paño, que se abría lo mismo para confeccionar vestidos o cortinas, subir o bajar bajos de pantalones y mil arreglos. ¡Quien tenía una, tenía un tesoro!
    Hasta hace pocos años algunos viejos cafés de A Coruña y de Santigo tenían como mesas tableros de mármol asentados sobre las patas de hierro de viejas Singer(se juraba y perjuraba que algunas de las losas eran lápidas funerarias recicladas, ja ja)
    Enhorabuena, amigo, por esta preciosa entrada, al "hilo" de la cual nos has hablado también de esa venta a plazos, política comercial importada de EEUU y que pronto sedujo a los españoles.
    Mil besiños, amigo.

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  6. el tio este SINGER...tambien hacia la television SINGER
    POR FAVOR INFORMAME.....GRACIAS BUEN POST

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  7. Sin dudas que Clark y Singer fueron unos grandes innovadores, no solo en lo que refiere a la industria, sino al comercio. Muy interesante tu entrada, y sin dudas un gran homenaje a tus abuelos.
    Por otro lado, pasaba por aquí para informarte que ya está el ganador del premio "Saber una Historia". Cuando quieras pasa a ver los resultados.
    Un Saludo.
    Uriel

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  8. Que bonita entrada Miguel ángel, esa vieja máquina de coser cuantos rotos y descosidos habrá arreglado en su larga vida? Uff me imagino que muchísimos. Y digo yo que buen invento la venta a plazos, eso nos ha permitido tener muchas cosas a los que no podíamos pagar a tocateja.
    Un abrazo amigo

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  9. Profe, tengo que confesar que la entrada era simplemente para comentar la "invención" de la compra a plazos pero una vez metidos en faena me pudo el sentimentalismo, mi abuela prácticamente solo dejaba la maquina de coser para coger la aguja normal y hacer hilvanes. Aquí también hay un bar muy cercano a la catedral famoso por sus mesas de maquinas de coser.

    Willy colega, tengo que reconocer que me has pillado. Aunque es muy posible lo que dices, ya que en los años 60 se diversifico y compró varias empresas (entre ellas Packard Bell) pero del tema concreto de los televisores no he podido confirmar nada.

    Uriel, de verdad que sin quererlo me ha salido un bonito homenaje (eso por lo menos creo yo). Y ya mismo me voy para tu blog.

    Jolie, como ya he dicho, no podéis ni imaginar las puntadas que daría aquella vieja maquina, como dice mi hermana es la banda sonora de nuestra niñez.

    Gracias por los comentarios y nos seguimos leyendo. Saludos.

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