La catástrofe aérea de Benin
Benin es un pequeño país de unos siete millones de habitantes situado al este de Nigeria. Alcanzó su independencia de Francia en 1960 y, como es de esperar por su localización, es uno de los países mas pobres del mundo. No obstante en 1987 tenía una pequeña fuerza aérea compuesta por cinco bombarderos comprados a la antigua metrópoli. Y he remarcado "tenía" por que en ese fatídico año perdió todo su poderio aéreo. ¿Un acto de sabotaje?, ¿una guerra contra alguno de sus vecinos?, ¿una venta que proporcionase jugosas comisiones?. Pues no, la causante del desastre fue una modesta pelota de golf.
Mathieu Boya se encontraba practicando golpes de golf cerca del aeródromo cuando en uno de ellos la bola salió volando elegantemente y golpeó a una gaviota en pleno vuelo que se desplomo ipso facto hacia el suelo. El mundo mágico de las casualidades quiso que fuera a caer sobre un avión que, con la carlinga descubierta, estaba maniobrando por las pistas. El piloto perdió el conocimiento por el gaviotazo y el avión siguió rodando sin control chocando con el resto de aparatos y provocando una serie de explosiones en cadena que acabó con todos los aviones ardiendo. El pobre aprendiz de golfista fue encarcelado y se le reclamó una indemnización por los destrozos causados que tardaría unos 145.000 años en pagarla dedicando su sueldo íntegro, por lo que continuó en la cárcel hasta Dios sabe cuando.
La historia puede parecer bastante increíble pero hay un hecho curioso que le da visos de credibilidad. La única compañia aérea de Benin se llama : ¡Air Golf Benin!. Lo cual demuestra que los benineses (o como se diga) aparte de mala suerte tienen un fino sentido del humor.
Aquí os dejo mi intervención sobre esta entrada, y otra en la que hablamos del origen de la palabra "golf", en el programa "Maneras de vivir" de "Radio Mislata". Para oírla solo tenéis que pulsar el botón de play.