Bitácora de un carpetoedetánico curioso donde van a parar todos los conocimientos aparentemente inútiles.

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viernes, 10 de junio de 2011

Hinchas, cules y granotas



Oyendo un programa sobre fútbol me he reído un rato con la retahíla de frases hechas que adornan cualquier reflexión sobre el balompié: "el mas tonto hace relojes de madera", "no se puede ganar sin bajarse del autobús", "si la pelotita no quiere entrar...", "hay que ir partido a partido", "hay que sudar la camiseta", "sentir los colores" etcétera, etcétera. Y pensando en el fútbol he recordado el porqué de los nombres de los hinchas del Barça y del Levante... y el porqué del genérico nombre de hincha.

En los albores del fútbol los equipos siempre tenían a alguien, a modo de utillero, cuyo principal cometido era hinchar los balones, que en aquella época se solían deshinchar bastante, por eso se le conocía como hincha. Como siempre veía los partidos se solía convertir en el primer fan del equipo, y dicen que algunos animaban con vehemencia, "quien es ese que grita de esa manera", "el hincha del equipo". Cotilleando por ahí me he topado con el nombre del que dicen que es el primer hincha, Prudencio Reyes, hincha del Club Nacional de Football de Montevideo, a principios del siglo XX. Según parece era guarnicionero, osea que trabajaba con el cuero, por eso era el encargado de cuidar e hinchar los balones del equipo.

El primer campo del Barça tenía muy pocas gradas, por eso muchos aficionados se sentaban en lo alto de los muros que rodaban el estadio. Desde fuera lo que se veían eran los culos (con perdón) de los que estaban sentados por eso la gente los conocía como culs (culos en catalán) y sobre todo su diminutivo culets, y de culets a culés solo queda ahorrar alguna letra, cosa muy catalana. Así que el que dice "estoy orgulloso de ser culé" esta diciendo "me mola ser un culito".

Y lo del Levante también viene de su primer campo. El campo del Gimnástico (uno de los clubs que se fusionaron para crear el Levante) estaba en el cauce del rió Turia, en una zona llena de ranas, granotas en valenciano, por eso a sus seguidores se les conocía así, por que al principio solo los veían las granotas. 

lunes, 6 de junio de 2011

Blas de Lezo, otro olvidado héroe español


Hoy es seis de junio, el día D. En 1944 una imponente flota atacaba las playas de Normandia en lo que fue el mayor ataque anfibio de la historia. Pero ¿ sabéis cual fue el segundo?.

El 14 de marzo de 1741 el almirante Vernon se presentó en las costas de Cartagena de Indias con "la verdadera armada invencible" del imperio británico: 180 navíos, 23.600 hombres y 3.000 piezas de artillería con intención de tomar la plaza clave del imperio español en América. Defendiendo la ciudad se encontraba el virrey Sebastian de Eslava y Don Blas de Lezo marino avezado, curtido en mil batallas y al que llamaban "mediohombre", ya que al los veinticinco años ya era manco, tuerto y cojo, por diversas heridas en combate.
Blas+de+Lezo+mediohombre

El entendimiento entre ambos no era muy fluido y Lezo no solo tuvo que batallar contra los ingleses, también contra la ineptitud y la arrogancia del virrey. Las fuerzas que podían anteponer ante la armada británica eran mermadísimas: 6 barcos con 310 cañones, 3.000 hombres y 320 cañones en las fortificaciones.

Pero el genio de Blas de Lezo equilibró la balanza. Preparó la defensa minuciosamente. Uniformó el calibre de los cañones para que todos usaran la misma munición, con el fin de que el abastecimiento fuera mas fácil, ideó unas rampas para colocarlos sobre ellas y que pudieran ser recargados mas rápidamente, preparó balas de cañón unidas con cadenas que eran disparadas a la vez, así conseguía desarbolar los barcos enemigos. En cuanto a la fortaleza principal cavó un foso alrededor de ella y unas trincheras en zig-zag. Cerró con una escollera artificial una de las dos entradas en el puerto obligando a los ingleses a entrar por la otra, que defendió con algunos de sus barcos. Desmontó cañones de sus navíos y los dispuso en la playa, de esta manera los ingleses se encontraron con un fuego de artillería que no esperaban, no venía ni de los barcos ni de las fortificaciones.

Comenzó el cañoneo y el posterior asalto y en las playas se desató el infierno. Los británicos desembarcaron y fueron conquistando posiciones no sin grandes bajas y sufrimientos, los españoles se defendían sin descanso, en medio de continuas broncas entre Lezo y el virrey.  Vernon toma el fuerte de Bocachica (considerado por todos clave para el ataque final) y emborrachado por la victoria manda una fragata a Jamaica e Inglaterra a anunciar la toma de la ciudad. Los ingleses celebraron la victoria con salvas, redoble de campanas y fuegos artificiales, incluso llegaron a acuñar monedas conmemorativas con la frase "El orgullo español humillado por Vernon". Pero tuvieron que tragárselas.
Medalla Blas de Lezo y Vernon

Finalmente los británicos atacaron la fortaleza de San Luis, último bastión en la defensa de la ciudad, pero allí el foso de Blas de Lezo cumplió su cometido, cuando llegaron los asaltantes comprobaron que a las escalas que llevaban para subir las murallas les faltaban los dos metros que media el foso. Victimas del desconcierto intentaron escapar del fuego que les llovía desde la fortaleza, pero todo el material desplegado para el asalto se lo hacia imposible por lo que los españoles los masacraron sin piedad, saliendo luego a la carga de bayoneta. Otra parte de ejército atacante subía por una empinada rampa que Lezo había desbrozado para que, aparte de poder disparar mas fácilmente contra quien la subiera, no contase con sombra, y el inclemente sol del trópico los castigase sin piedad. Los invasores, victimas del fuego y del sol vieron la retirada de sus compañeros y cundió el desanimo entre ellos, huyendo también a la desbandada. Finalmente el 20 de mayo los ingleses se retiran tras mas de dos meses de batalla con  Vernon gritando  al viento "God damn you, Lezo!" (¡Que Dios te maldiga Lezo!). La armada inglesa quedo terriblemente mermada. Perdieron 50 barcos y tuvieron mas de 13.000 bajas, aparte de 1.500 cañones destruidos o capturados.

Pero tras la victoria llegó el olvido por dos frentes. El rey ingles Jorge II, humillado, prohibió terminantemente a los historiadores hablar sobre lo sucedido y el ataque a Cartegena de Indias desapareció de los libros británicos, el propio Vernon fue enterrado en la abadia de Wentsminster y recordado como un héroe. Por el contrario a Lezo le esperaría el oprobio. El virrey no olvidó las desavenencias tenidas con él y escribió al rey pidiéndole que lo castigara, cosa que consiguió hundiendolo en la miseria. Murió en Cartagena de Indias el 7 de septiembre de 1741 siendo enterrado en una tumba desconocida, e incluso se le destituyo de sus cargos después de muerto. Aunque poco después fue restituido y se le otorgo a titulo póstumo el titulo de marques de Ovieco. No fue hasta el año 2009 en que se cumplió su ultima voluntad, un grupo de españoles colocó una placa en la fortaleza de San Luis que rezaba "Aquí España derroto a Inglaterra y sus colonias".

Otro gran héroe español olvidado por casi todos al que he querido rendir desde aquí mi pequeño homenaje.

sábado, 4 de junio de 2011

Una marsellesa que nació en Estrasburgo


Estamos en plena Francia revolucionaria. El 20 de abril de 1792 Austria y Prusia declaran la guerra a la Convención, y su ejército se dirige hacia la orilla prusiana del Rin donde se concentra para la invasión. Desde la torre de la iglesia de Estrasburgo los franceses pueden ver el demoledor ejército aliado y un fervor patriótico-revolucionario invade la ciudad. El burgomaestre recorre la ciudad a caballo alentando al pueblo a la resistencia con soflamas patrióticas: "avanzad hijos de la patria, el día de gloria ha llegado", "a las armas ciudadanos", "¿ Escucháis vosotros en las campiñas, rugir a esos feroces soldados? ellos vienen hasta vuestros brazos,a degollar a nuestros hijos y compañeras!" . 

marsellesa+Estrasburgo+canto+guerra+ejercito+Rin


En la noche del 24 el burgomaestre invita a una cena a varios oficiales y allí en los brindis se siguen coreando consignas: "la tiranía ha elevado su estandarte sangriento contra nosotros", "¿Qué pretende esa horda de esclavos,de traidores, de reyes conjurados?". La exaltación es total. Y en aquella cena se encontraba un capitán de ingenieros llamado Rouget de Lisle que tenía conocimientos de música, al enterarse de ésto el burgomaestre le encargó que creara un himno. Esa misma noche lo compuso, enlazando las diferentes consignas que se habían dicho en aquella velada. El himno gustó mucho y se llamó "Canto de guerra para el ejército del Rin".

Pero a los militares no les acabó de convencer y el himno casi cayó en el olvido poco después.

En Junio de ese mismo año en Marsella y Montpellier se estaban reclutando voluntarios y resulta que un oficial de los que habían estado en aquella cena era el encargado del reclutamiento. Les cantó el himno a sus hombres y les entusiasmó, aprendiéndolo rápidamente. Así partieron hacia París y el 30 de julio de 1792 entraron en la capital entonando este canto. La gente, presa de la euforia revolucionaria, lo tomó con entusiasmo y pronto toda la ciudad lo cantaba. No tardó en convertirse en el himno oficioso la Revolución y de la República con el nombre de Marsellesa, ya que los que lo habían dado a conocer fueron estos voluntarios provenientes de Marsella.

Ala, ya he hecho una entrada sobre extranjeros, ya he cumplido la cuota por lo menos durante unos meses.

Tres frases geniales


Esta anécdota la oí el otro día por la radio y la verdad es que la respuesta me parece absolutamente genial.

Resulta que Alfonso XIII decidió conceder la Gran Cruz de Alfonso XII a Miguel de Unamuno (no entiendo muy bien porque, ya que se llevaban  bastante mal) y don Miguel, tras dudarlo bastante, fue a recogerla. Cuando se la impusieron le dijo al monarca, "Se la acepto porque la merezco". El rey sorprendido le replicó "Curioso, todos a los que se la había dado hasta ahora me dijeron que no la merecían" a lo que Unamuno contestó muy serio "También tenían razón".

Miguel+Unamuno+Gran+Cruz+Alfonso+XIII

Como me ha quedado cortito añado otra, mas conocida, que también tiene de protagonista un filósofo, aunque la frase en cuestión la dijo un torero. Tras una corrida,  el torero Rafael Guerra "Guerrita" solía dar una especie de recepción en su hotel donde se juntaba gente muy variopinta. Estaba en un corrillo departiendo con algunas personas cuando se fijó en un tipo con pinta de "estudiao" que también tenia mucha gente alrededor. Movido por la curiosidad y quizás por los celos preguntó quien era, a lo que le contestaron que Ortega y Gasset, un famoso filósofo. "¿Y a que se dedica un filósofo?", "principalmente a pensar". Al oír esto se quedo mirándolo, estuvo unos segundos pensativo y dijo la frase que luego tantas veces hemos repetido "¡Hay gente pa tó!".

Guerrita+Rafael+Guerra+Torero

Y ya puestos, otra de "Guerrita". Una tarde le salió un toro que no le gustó nada, y, ni corto ni perezoso, le hizo una rápida faena de aliño y enseguida cogió el estoque de matar. Cuando luego alguien le recriminó que tenía que haber intentado hacer algo mas le espetó "Lo que no puede ser, no puede ser y ademas es imposible".

jueves, 2 de junio de 2011

Hacerse el sueco


Muchas veces cuando mi mujer me habla hago como si no la escuchase, mejor dicho, como si no la entendiese, como si yo fuera sueco y no conociera su idioma. Esta parece la explicación mas verosímil de esta frase hecha, pero no, la realidad es un poco mas tortuosa. El sueco de esa frase no proviene de Suecia, si no de la palabra latina soccus que se traduciría por tronco o trozo de madera. De esta palabra derivan las palabras españolas zueco y zoquete. Esta última es la que utilizamos en hacerse el sueco, así pues seria hacerse el zoquete, el despistado, el tonto. Eso es lo que hago yo en la situación descrita antes porque tarde o temprano me toca enterarme de lo que me esta diciendo.

miércoles, 1 de junio de 2011

¡A buenas horas mangas verdes!


Esta mañana, en el trabajo, he entrado en una tienda a entregar unos paquetes y me han recibido con un "¡a buenas horas mangas verdes!", total por un par de días de retraso. La verdad es que no me ha hecho mucha gracia, no sólo porque dudaran de mi profesionalidad, si no porque además se metían con la antecesora de la Guardia Civil.

Durante los siglos XIV y XV los ayuntamientos de Castilla fueron creando hermandades para atajar la inseguridad que reinaba en los caminos, por la abundancia de bandoleros y rufianes. Con el tiempo los distintos reyes intentaron unir estas hermandades para hace una fuerza común en todo el reino, pero no fue hasta 1476 cuando los Reyes Católicos crearon la Santa Hermandad. Esta Santa Hermandad aplicaba castigos durísimos, y así consiguieron rápidamente pacificar los caminos y llevar el orden al reino. Además,  los reyes vieron el embrión de un ejército real y la dotaron de mas poderes y medios. Así aparte de garantizar el orden público esta Hermandad redujo el poder de los nobles.

El uniforme de estos soldados consistía en un coleto (especie de chaleco que llegaba hasta las rodillas) de piel y una camisa verde debajo. Como el coleto no tenía mangas las de la camisa resaltaban muchísimo, por eso se les conocía como "mangas verdes".

Durante el siglo XVII la operatividad de este ejercito cayó en picado, y eran mas célebres por lo tarde que llegaban cuando eran llamados que por sus aciertos. Ahí nace la frase "a buenas horas mangas verdes", porque cuando llegaban al lugar de los hechos, o bien los vecinos ya habían remediado el problema, o bien ya no tenía remedio.

En 1834, ya prácticamente inoperativa, se disolvió la Santa Hermandad. Diez años mas tarde se creó la Guardia Civil, bajo la dirección del Duque de Ahumada, heredando gran parte del cometido de la vieja organización.

Y, seamos sinceros, no creo que hoy en día la Benemérita se merezca que le digamos "¡A buenas horas mangas verdes!".

domingo, 29 de mayo de 2011

¡Cuidado jugando al poker si ligáis dobles parejas de ases y ochos!


Cotilleando paginas de poker me encontré con la anécdota de "la mano del muerto". Como siempre intente encontrar mas datos y me encontré con un personaje curioso, Wild Bill Hickoc, considerado por algunos como el primer pistolero. Esto puede parecer una exageración pero sin duda su duelo con Davis Tutt fue el primero del que hay constancia escrita y es tal cual lo hemos visto miles de veces en las películas de vaqueros. El origen de la disputa fue un reloj de oro que Tutt gano a Hickok y el ultimatum de este "no se te ocurra aparecer por el pueblo con este reloj". Efectivamente al día siguiente Tutt se presento luciendo el reloj, el drama estaba servido. Tal como pasa en las película se desafiaron con la mirada con los revólveres enfundados pero a la vista, tras unos tensos minutos desenfundaron a la vez (algunos testigos afirmaron que Tutt inicio el gesto un poco antes) y sendos disparos sonaron al unisono. El de Tutt falló, pero Hickock le acertó en el corazón y mato a su contrincante en el acto. Este duelo fue muy famoso y con él empezó la leyenda de Hickok y de los pistoleros en general.

Su frialdad en los duelos, su puntería, su rapidez para desenfundar, sus dos colts siempre al cinto lo convirtieron en el prototipo del pistolero de salvaje Oeste. Ademas del duelo con Tutt su vida esta plagada de aventuras. Fue sheriff en varias ciudades, dicen que peleo y gano a un oso solo armado con un machete, estuvo en el circo de Bufalo Bill, fue amante de Juanita Calamidad, mató a multitud de pistoleros en duelos, y sobre todo jugó al poker.

La mano del hombre muerto

Y una partida de poker fue lo último que hizo en su vida. Una tarde entro en un local de Deadwood a jugar una partida y como siempre hacia buscó una silla con la espalda hacia la pared, pudiendo ver la puerta por si alguno de sus múltiples enemigos intentaba matarlo. Pero aquel día no encontró ningún sitio así. Cuando se sentó a la mesa pidió que le cambiaran la silla pero se negaron a ello confiados en que esto le pondría nervioso y seria mas fácil ganarle. Se sento de espaldas a la puerta y mientras repartían una de las manos de la partida entro en el local Jack McCall y le descerrajo dos tiros en la nuca. Hickok cayo muerto en al acto y en la mano llevaba la baza que le acababan de repartir dos ases y dos ochos (ademas de picas y tréboles, todas negras). Desde entonces esta jugada se conoce como "La mano del muerto" y se considera que es una mano que da mal fario.

Aquí os dejo mi intervención sobre esta entrada en el programa "Maneras de vivir" de "Radio Mislata". Para oírla solo tenéis que pulsar el botón de play.