La primera "marine" de la historia
En realidad no era marine, si no Infante de Marina, pero el término marine es el que mas rápido entendemos todos por la abrumadora influencia de las películas americanas. Pero nuestra protagonista de hoy era infante de marina del primer cuerpo de estas características que existió en el mundo, el español, por supuesto. En 1537 Carlos I asigna permanentemente algunas compañías de los tercios españoles a las compañías de galeras, creando la Infantería de Armada compuesta inicialmente por el Tercio Nuevo del Mar de Nápoles. Rápidamente se añadieron mas Tercios pero el escudo de ese primer tercio es el que pasaría a usarse por toda la Infantería de Armada.
Ahora daremos un pequeño salto en el tiempo y nos vamos a 1793. La antes poderosa Armada española va perdiendo efectivos y eficacia a marchas forzadas pero aun así numerosos jóvenes aun se incorporan a sus filas esperando gloria y fortuna, ademas de conocer mundo mas allá de sus pequeños pueblos. Y uno de estos jóvenes es un tal Antonio Maria de Soto, que a sus dieciséis años abandona su pequeño pueblo de Aguilar en Córdoba para dirigirse a San Fernando y alistarse en la Infantería de Marina. Tras la instrucción es embarcado en la Fragata Mercedes y comienza su carrera militar.
En un buen puñado de batallas pudo demostrar nuestro héroe su valentía y arrojo en el combate. Participó en los combates de Bañuls. Estuvo presente en la batalla de Rosas, donde se llevo un evacuación de la ciudad al estilo de Dunkerque. También estuvo en la dolorosa derrota del cabo de san Vicente. Posteriormente su fragata se trasladó a Cádiz donde fue escolta del Santísima Trinidad, el barco mas imponente y poderoso del época. Allí sufrió una nueva derrota y la fragata de nuestro protagonista tuvo que salir de allí escoltando a la joya de la armada española que había sido gravemente alcanzada por los cañonazos de los barcos británicos. En seguida se organiza la defensa de la ciudad al mando del general Manzarredo. Este consigue hasta un total de 136 lanchas cañoneras a las que dota con miembros de la Infantería de Marina, entre ellos el propio Antonio de Soto. La rapidez de estas lanchas producen grandes daños en las flota británica comandada por Nelson y finalmente consiguen hacerla huir de las costas de Cádiz.
Tras esta defensa llegan unos meses de tranquilidad y el bueno de Antonio es trasladado a la fragata Matilde, donde pasa el tiempo entre guardias y vigilancias. Pero el 7 de julio de 1798 surge la sorpresa, el infante Antonio pasa un examen medico rutinario y se descubre ¡que en realidad era una mujer! El general Mazarredo es informado y da orden de que desembarque entre el asombro y la admiración de todos sus compañeros y jefes. El uno de agosto Ana Maria de Soto (este era su verdadero nombre) obtiene la licencia absoluta.
El propio general da cuenta de la historia a Carlos IV y enterado este de la heroicidad de esta mujer, la acrisolada conducta y singulares costumbres con que se ha comportado durante el tiempo de sus apreciables servicios, le otorga una pensión vitalicia de dos reales de vellón, le da el cargo de sargento primero y es autorizada para que en los trajes propios de su sexo pueda usar de los colores del uniforme de Marina como distintivo militar.
Una historia mas que nos demuestra dos cosas ya sabidas pero que no esta de mas recordar. Primera el no por repetido menos cierto "querer es poder". Y segunda que en España tenemos mucha historia de la que sentirnos orgullosos.